Herencia
Por José Luis ThomasLos argentinos hemos tenido gobiernos de todo tipo, que dejaron sus huellas, unos más que otros. Hasta ahora.
Podemos superar un gobierno autoritario ¿Pero cómo se supera un sistema autoritario?
¿Cómo se vuelve de la ignorancia?
¿Cómo se vuelve del clientelismo?
¿Cómo se vuelve del adoctrinamiento partidario en favor de unos pocos?
¿Cómo se vuelve del populismo exacerbado? ¿Cómo se vuelve de la inmoralidad? ¿Cómo se vuelve de la corrupción vertical y horizontal? ¿Como se vuelve de una Justicia adicta?
¿Cómo se vuelve de un país dividido?
¿Y Cómo de un país hipotecado?
Los gobiernos que nos precedieron fueron como una sola golondrina que no hace verano; pero el actual, hizo el trabajoso, pero certero camino del agua, poco a poco, y en medio de dádivas, fue cerrando el cerco y ahora, el espíritu argentino está preso en su propia ignorancia.
¿Cómo se sale compatriotas de esta ceguera?
¿Cómo se sale de las ambiciones materialistas que cierran filas temerosas de perder las dádivas con que se las ha comprado?
¿Cómo se recupera la libertad de expresión masiva?
¿Cómo se vuelve de la ilusión pseudo-igualitaria con postulados de izquierda, pero salidas de estructuras de derecha?
¿Cómo se logra que las mentes obnubiladas por un relato perverso, mentiroso y falso, recobren el sentido común y la capacidad para discernir entre lo que es falso y lo verdadero?
¿Cómo se logra que esas mentes recobren su identidad y puedan darse cuenta de la incoherencia entre el discurso, el montaje y la realidad?
¿Cómo se recupera la libertad?
¿Cómo se recupera la miseria real y la conciencia sobre ella?
¿Cómo se recupera la identidad argentina?
¿Cómo se puede hacer para que los argentinos despierten y se den cuenta que la única ideología es la realidad?
¿Cómo hacer para que los argentinos dejen de comprar humo?
¿Cómo hacer para recuperar la patria?
¿Cómo hacer para recuperar la República?
¿Cómo hacer para recuperar la dignidad?
¿Cómo hacer para recuperar la Democracia real, no la que está dibujada?
¿Cómo hacer para que el pueblo se dé cuenta que la riqueza y la pobreza son dos aspectos intrínsecos de su naturaleza? Y que son estados intercambiables y que ni el uno es malo ni el otro bueno, porque sólo depende de la conciencia que administra la riqueza o la pobreza en determinados momentos y circunstancias de la vida.
Son preguntas que atormentan el sentido, mientras uno ve cómo, poco a poco y paso a paso, se destruye un país con mentiras, relatos falaces, inmoralidad, corrupción, impunidad y atropellos, ante la mirada complaciente de un amplio sector, que aún no se dio cuenta que un país es más que un partido político, que un personalismo exacerbado, que un líder, que una idea o un modelo y que la salida no la dan unos pocos iluminados de turno, sino todos y cada uno de los habitantes con honestidad, trabajo, justicia, lealtad, fraternidad, respeto y libertad.
La historia del mundo nos cuenta que nada dura para siempre, que ningún iluminado fanático y ciego pudo atravesar las fronteras del tiempo y los cambios que se dan por generación espontánea y renuevan las bases hasta convertirlas es fragmentos de nada.
El cambio y la respuesta a las preguntas que he formulado, está en cada uno de los argentinos que aún es dueño de sí mismo, que no está zombinizado, y que puede elegir entre la esclavitud, la inmoralidad y la mentira o la verdad, la libertad y el trabajo como fuente de toda dignidad y crecimiento real y duradero, sobre el cual desarrollar las facultades y los dones que cada uno puede aportar al conjunto de la sociedad.
José Luis Thomas
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