Poema de mi libro Todo lo que dicen mis pecados
Gaudium plenum
Alegría plena
Y fue mirarte y ver la luz
saber en un instante que el resplandor
venido de tus ojos era el presagio del amor
la tierna longitud del prodigio de ser
el nudo angular por donde fluyen las cotidianas
urgencias Los avatares sin nombre la promesa
urgente de sentir el clamor de la sangre
ese flujo de eones que deviene del alma
de tiempo en tiempo de voluntad en voluntad
y volviendo a tu mirada me pierdo en ella como un
crepúsculo que precede a las sombras y me cubre
me libra de todos los temores Esos que asaltan mis
vigilias adientes Mis desvelos helados Por eso
vuelvo a la memoria de tus ojos que guardo en la
penumbra de todos los sentidos y me quedo
abierto en luz dispuesto a la contienda del amor
que engendra una y otra vez el principio de todos
los principios
Así fundidos en el resplandor de los silencios somos
el nombre que se imprime en el círculo sin fin del
universo paciente que se da y se da sin solución de
continuidad.